Ya son dos semanas de precampaña y no tengo palabras para expresar el orgullo que se siente reencontrarnos con mujeres y hombres libres que nunca dejaron de luchar, que siguen al pie de cañón desde hace seis años para llegar a este momento.
Regresamos a Yahualica, Jalostotitlán, Poncitlán, Ixtlahuacán de los Membrillos, a Tula y a Tecolotlán para darles un mensaje de ánimo y de esperanza, pero la verdad es que ustedes han sido los que me lo dieron a mí.
Un pueblo que pierde la memoria se tropieza dos veces. Por eso les pido que sigamos unidos para derrotar a lo peor de nuestro pasado, al viejo régimen; pero también para decirles que esta no es una lucha de una sola persona ni de colores políticos: es un movimiento de personas libres y convencidas de cambiar a Jalisco.
El martes rumbo a Jalostotitlán mi equipo y yo fuimos objeto de un evidente acto de intimidación por parte de la policía estatal. Con armas largas por delante, fuimos amenazados sin razón alguna. De una vez hay que dejarles bien claro: No nos quitaron la esperanza en 2012 y no lo van a hacer ahora que el escenario es otro. Hoy nos tienen miedo porque nosotros no les tenemos miedo.
Hace seis años les dije que podíamos construir una alternativa, que no teníamos que vivir resignados a ser gobernados por los malos. Hoy el mensaje es el mismo y nosotros también, pero las condiciones son muy diferentes.
Gracias por recibirme y sobre todo por seguir de pie, hoy somos muchos más los que estamos dispuestos a luchar para cambiar de fondo a Jalisco y eso vale todo. Estamos a seis semanas de cambiar la historia de Jalisco.